Durante los últimos días se ha visto a la presidenta municipal de Otzolotepec, Erika Sevilla, del tingo al tango con las próximas campañas electorales aprovechando a tope su licencia cuestionablemente adquirida para participar como candidata a la diputación del distrito 40, misma que después le fue revocada.
Todo esto mientras la educación dentro del municipio que aún preside, se desmorona y es que es bien sabido que si algo ha caracterizado los mandatos de Sevilla Alvarado son las constantes manifestaciones que se le presentan en palacio municipal; en esta ocasión fueron los padres de familia del Colegio de Bachilleres Tecnológico No. 2, que denunciaron aparentes inconsistencias en los tejes y manejes de sus aportaciones realizadas en la institución, las cuales, según dicen, serían destinadas a mejorar la infraestructura del plantel en cuestión.
Sevilla Alvarado podría lavarse las manos diciendo que, por el momento, ella no se encuentra al frente de la actual administración, sin embargo lleva más de 5 años como alcaldesa; los suficientes para gestionar recursos necesarios que contribuyan al mejoramiento de las instituciones educativas y así, los padres de familia pudieran cooperar para otras carencias propias de la escuela.
Quizá para Erika Sevilla, es preferible dejar de lado la cuestión educativa debido a que trabajar en este tipo de necesidades no le da el mismo foco y la misma exposición como lo hacen sus múltiples eventos sociales, ya ve usted que no le gusta tener el reflector encima.
Uriel Rosales