Si bien, querido lector, le hemos contado la “gran trayectoria” que ha tenido la presidenta municipal de Otzolotepec con su municipio al que supuestamente quiere y del que dice estar muy pendiente y orgullosa; resulta ilógico que durante sus administraciones ha realizado la contratación de personal que ni siquiera cuenta con los requisitos mínimos de ley para ocupar puestos administrativos o de lo que más se necesita para el municipio.
Si de por sí la situación que ha estado pasando Otzolotepec, en cuanto a administración se habla, da mucho que desear, ahora con el hecho de que el nuevo personal no tiene idea de lo que tiene que hacer en sus respectivos puestos, no se sabe lo que le depara al municipio en los últimos meses que le quedan a Erika Sevilla al frente.
Pero como es costumbre, a la alcaldesa parecieran no le importarle estas cuestiones, a fin de cuentas, ella ya se va y obviamente prefiere andar en otros menesteres, además de que ahora se entiende el porqué de tantas deficiencias dentro de la administración pública municipal.
Estas acusaciones fueron hechas por militantes y simpatizantes de Morena, al parecer, los que no están de acuerdo con el actuar de la presidenta municipal con licencia, haciendo hincapié en acusaciones de violencia política y presunto hostigamiento hacia personal adscrito a las regidurías; es decir, gente que no comulga con sus intereses y formas de pensar.
Así mismo, se habla de que ha dado instrucciones para despedir empleados a diestra y siniestra, contratando en su lugar a personas que, presumiblemente, no cuentan con las cualidades necesarias para desempeñar sus respectivos puestos, eso sí, seguramente es gente que adula a la edil y la apoya en sus cuestionables decisiones.
Para muchos, es una bendición el hecho de que la bajaran de la candidatura a la diputación Federal del Distrito 40 ya que dicen, habría sido un error darle más poder a quien, en perspectiva de la población, tanto daño le ha hecho a Otzolotepec.
Uriel Rosales