¿Y la seguridad de Atizapán?

Como verá, querido lector, hace unas semanas hubo un trágico accidente en el municipio de Atizapán en donde un joven de 25 años llamado Omar perdió la vida a consecuencia de que fuera atropellado por una pipa de gas.

Sin embargo, la persona responsable del incidente se dio a la fuga, aparentemente con apoyo de personal de la propia empresa para la que labora, esto pese a que testigos intentaron detener al conductor de la unidad sin éxito.

Ante esto, la ciudadanía de Atizapán Santa Cruz, externó su inconformidad y descontento con las autoridades municipales, pues no hubo elemento de la policía municipal alguno al cual acudir. ¿Dónde andaban?

En argumentos de varios ciudadanos, una de las principales actividades realizadas por el cuerpo de policía municipal es la de cuidarle los pasos al alcalde, Isaac Reyes Salazar, pero, en este caso; mucho aseguran que, durante este percance, la mayoría de los policías se encontraban disfrutando, es decir “trabajando” custodiando las fiestas patronales, mientras el resto del municipio, bien gracias.

De ser este el caso, el lema de “proteger y servir” lo hacen a un lado y dejan huir a los responsables.

Al parecer, el gobierno de las disculpas no se ha comunicado con la familia para brindarles la atención necesaria y correspondiente, pues aparentemente al edil le interesa más los temas que le pueda dejar en un gran pedestal, mientras muchos aseguran que a su gente la tiene abandonada.

La seguridad es lo que siempre va a importar más frente a una feria, que no está mal las tradiciones de cada municipio, pero siempre y cuando no dejen a la deriva la seguridad de todo el municipio y no poner a todos los elementos policiales en un solo lugar y así evitar este tipo de hechos.

Quizá al alcalde le interesa más el reflector de las fiestas que el de ayudar a que no se cometa una injusticia ante un hecho en el que la persona responsable se da la fuga.

La familia del joven ya se ha manifestado en el lugar donde ocurrieron los hechos, pero jamás fueron tomados en cuenta.

Uriel Rosales.

Salir de la versión móvil