Un pepino bien verde

Lo que le importa Tenango del Valle a Roberto Bautista

Tan ansioso andaba el hoy alcalde con licencia de Tenango del Valle, Roberto Bautista Arellano para correr a las calles a hacer campaña; esas mismas calles por las que ya no se le veía tan seguido, quizá porque no eran tiempos electorales, incluso antes de anunciar su reelección ya utilizaba su eslogan “Vamos por más” en cuanta cosa subía a redes sociales, como si creyera que la gente no es lista para no darse cuenta.

Pues bueno, tanto afán por tratar de “amarrar” la reelección que no se tomó el tiempo de dejar todo debidamente arreglado en el ayuntamiento, ese que hoy, se encuentra acéfalo pues continúa sin presidente municipal por ministerio de Ley.

Habrá que recordar que la Ley Orgánica Municipal marca que el Secretario del Ayuntamiento, a quien Roberto dejó como encargado de despacho de la presidencia municipal; solo puede estar 15 días con esa función; situación que bien lo ha hecho saber la síndico municipal, Gabriela Castrejón, en múltiples ocasiones en las que, por cierto, el resto del cabildo tampoco aprueba las actas porque no tienen alcalde.

Y es que el “encargado de despacho” al ser cuestionado del sustento legal bajo el que se “autonombró” presidente municipal, ha reconocido que no existe ningún fundamento, dando la razón al cabildo que argumenta, no debería seguir haciendo las funciones del presidente.

Como mera actualización se sabe que, por fin, esperarán a las autoridades estatales y federales correspondientes para solucionar el conflicto; mientras tanto, ahí está Bautista Arellano pintando bardas, prometiendo hasta las perlas de la virgen, que por cierto, ojalá que sí le diga a la gente que su intención es rentar 10 camiones de basura como lo dijo en una sesión de cabildo, al parecer no le bastó gastarse 36 millones en renta por 3 años, imagínese 10, peor aún ¿A quién se los está rentando?

Y mientras pareciera que a “Betito Mágico VIP” ya se le queman las habas por poner sus manitas sobre el presupuesto del 2025; queda al descubierto el “amor” que tanto presume a su Tenango del Valle, ese al que dejó alcalde pasándose la ley por el arco del triunfo.

Ariz Vega

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