Después de ver cómo evidenciaron la verdadera cara de la candidata a la presidencia municipal de Malinalco, Catalina Yasmín Juárez Medrán, cuando salió a la luz un video en el que violenta a una colaboradora del cabildo llamándola, aunado a las múltiples denuncias que se han realizado en su contra por diversas acusaciones; hoy, un escándalo más se suma a la larga lista negra de Yasabesquien.
Y es que, en múltiples ocasiones se ha hablado del actuar de Yasmín Juárez, quien, siendo síndico, al parecer ya se conducía con aires de alcaldesa, eso sí, siendo prepotente y aparentemente grosera con otros servidores públicos y con la ciudadanía de Malinalco, pero mostrando una cara amable, empática y humilde, siempre y cuando hubiera un reflector apuntándole.
Resulta, amigo lector, que una de sus estrategias publicitarias para ganar adeptos que la respalden en las cercanas elecciones; es mostrar su amplia trayectoria política, que, dicho sea de paso, cambió de un arraigado priísmo a un chapulineo a las filas del partido verde; peor aún, con la inigualable presunción de ser abogada, es decir, contar con una licenciatura en Derecho.
Sin embargo, Catalina Yasmín Juárez Medrán no cuenta con la cédula profesional que la avale como licenciada, pues de acuerdo con el Registro Nacional de Profesionistas (RNP) de la Secretaría de Educación Pública, no hay registro alguno de su tan presumible Licenciatura con la que, incluso, ha osado en firmar documentación oficial de la actual administración municipal, por lo que la pregunta es, ¿tendrán validez estos documentos firmados por la ex síndico?
Peor aún, conforme a lo publicado en el Código Penal Federal; “Se sancionará con prisión de uno a seis años y multa de cien a trescientos días a quien, sin tener título profesional: se atribuya el carácter de profesionista, ofrezca públicamente sus servicios como profesionista o a quien use un título o autorización para ejercer alguna actividad profesional sin tener derecho a ello”.
A veces las ganas de seguir viviendo del erario son tantas que a muchos no les importa transgredir y pisotear la Ley, siempre viendo para el beneficio propio, el problema es que aún sin estar dentro, ya se sabe de tantas porquerías, imagínese usted si llega a sentarse en la silla presidencial que por tanto tiempo ha deseado.
Ariz Vega