En semanas anteriores, se suscitó un incidente en el mercado municipal de Tenango del Valle, en el que, de acuerdo con lo expuesto en sesión de cabildo por personal de la actual administración encargada de dicho mercado, se habría presentado un incendio en las instalaciones de un puesto.
Al parecer la atención fue oportuna ante esta situación, sin embargo, como lo señaló la síndico, quedó la interrogante sobre los insumos y la preparación tanto de los servidores públicos como de los propios locatarios y la ciudadanía en general para enfrentar este tipo de contratiempos.
Según lo expuesto por los titulares de Transparencia y de Protección Civil de Tenango del Valle mediante respuesta a través de la plataforma SAIMEX, existen extintores en el mercado y en la presidencia municipal, no así en todas las delegaciones, pues se recalca que la delegación Jajalpa sí cuenta con un extintor; pero en Tepexoxuca, Zictepec y Santiaguito no tienen; en el resto de las delegaciones ni siquiera se sabe si hay o no.
En cuanto al DIF municipal, el área de Transparencia se declaró incompetente para dar información sobre si existen los medios para atender ciertos incidentes, estableciendo que se debe hacer la solicitud de información directo al DIF municipal; aunque, a decir verdad, en múltiples ocasiones esta casa editorial ha solicitado información sobre cómo se lleva la administración del DIF y, haciendo honor a su eterna falta de transparencia, no se toman la molestia de contestar nada, por lo que cualquier intento de obtener datos resulta inútil.
Lo que sí resulta preocupante es que, las capacitaciones de protección civil parecieran no ser obligadas, pues, aunque el director del área declara encontrarse con disponibilidad para brindarlas, son las áreas quienes deben hacer las gestiones para obtenerlas, ¿será que los servidores públicos de Tenango del Valle son lo suficientemente responsables para solicitar ser capacitados en temas de protección civil? Porque de nada sirve tener un extintor a la mano, si no se sabe ni cómo usarlo. Pero como siempre, usted tiene la última palabra, amigo lector.
Ariz Vega