Han sido años de jaloneos entre los distintos conjuntos habitacionales existentes y autoridades municipales de Calimaya, sobre todo cuando, una serie de irregularidades en la prestación de servicios públicos se ha hecho inminente y ha crecido de una manera descomunal en los trienios encabezados por Óscar Hernández Meza.
El problema se agrava cuando, la ciudadanía que habita en estos fraccionamientos está sufriendo las consecuencias por presuntamente no contar con servicios públicos óptimos y por otro lado recibir acusaciones y demandas por no pagar servicios de esta índole pero de manera privada, tal como lo que está pasando con Villas del Campo en Calimaya.
Es decir, ciudadanos de este conjunto han sido “acusados” por la Asociación de Colonos de Villas del Campo de adeudar cuotas de mantenimiento y servicios, mientras que los habitantes acusan a dicha Asociación de estar cobrando estos servicios de manera indebida cuando argumentan que muchos de estos servicios deberían estar siendo otorgados de manera puntual por el Ayuntamiento.
En este sentido, recordará usted que hace algún tiempo la ciudadanía pidió que la recolección de basura fuera 2 veces a la semana en este lugar a lo que el primer regidor dijo que con una era suficiente.
Así mismo, la molestia se encuentra también en que, al parecer, Óscar Hernández se ha hecho a un lado para que “se arreglen entre ellos” cuando él, como máxima autoridad municipal, bien podría poner orden en el asunto y ha sido señalado directamente de tener ciertos “tratos” con la asociación de colonos y ciertos responsables dentro de Villas del Campo.
Cabe destacar que entre los señalamientos se encuentra el rumor de estar recibiendo “favores monetarios” para no meterse, recursos que habrían servido para, presuntamente “apoyar” a la pasada campaña de Alexis Garay, protegido del alcalde y quien, por cierto, ni siquiera ganó.
Y mientras Hernández Meza presumiblemente se está lavando las manos como Poncio Pilato, quienes siempre están sufriendo las consecuencias son los ciudadanos que radican en Calimaya.
Luis Garduño