Desde diciembre del año pasado, los habitantes de Joquicingo se llenaron de esperanza con el anuncio de una nueva obra de infraestructura que prometía mejorar significativamente la calidad de vida de la comunidad y era la remodelación y ampliación de un salón de usos múltiples en la unidad deportiva de la cabecera municipal. Sin embargo, nueve meses después de aquella promesa, la realidad pinta un panorama muy diferente: la obra, que debía haber avanzado a pasos agigantados, parece haber quedado en el olvido, sumida en la incertidumbre y la falta de respuestas.
El proyecto en cuestión fue presentado con un gran entusiasmo por parte de las autoridades locales. Según se dijo en aquel entonces, la obra contemplaba una ampliación y remodelación del salón de usos múltiples. Las expectativas eran altas.
Pero a pesar del prometedor inicio, los meses pasaron y la actividad fue disminuyendo pues desde diciembre no ha habido un comunicado oficial que mencione el avance que ha estado llevando durante este largo periodo.
Ante la falta de información actualizada, esta obra es un claro ejemplo de la necesidad de una mayor transparencia y rendición de cuentas en los proyectos de infraestructura pública. Los ciudadanos tienen derecho a saber en qué se invierten sus impuestos y que se está haciendo para mejorar sus condiciones de vida. Mientras que por otra parte las autoridades tienen la responsabilidad de informar, aclarar dudas y, sobre todo, cumplir con las promesas que hacen.
A medida que se acerca el final del año, la comunidad continuará esperando respuestas. Es hora de que las autoridades den un paso al frente e informen qué está sucediendo con la obra que prometieron. La confianza de los ciudadanos está en juego y solo la transparencia y la acción podrán recuperarla
Uriel Rosales