Vecinos de Joquicingo tapan sus propios baches

En el municipio de Joquicingo, en la delegación de Maxtleca de Galeana, lo que comenzó como una expresión de inconformidad por las pésimas condiciones de las calles se ha convertido en un movimiento ciudadano. Vecinos de esta delegación han decidido reparar los baches ellos mismos, cansados de esperar una respuesta del Ayuntamiento que preside Rausel Cervantes que, según afirman, ha ignorado el problema.

Las calles de esta delegación presentan un deterioro evidente: baches profundos, fisuras y desgaste en la capa de asfalto. Esta situación ha afectado gravemente la calidad de vida de los ciudadanos quienes deben de enfrentar accidentes vehiculares y daños a sus automóviles debido al mal estado de las vialidades.

Cansado de los constantes reclamos y quejas sin respuesta, los habitantes han comenzado a organizarse para reparar los baches por su cuenta. Sin embargo, este esfuerzo ciudadano también ha puesto en evidencia la falta de acción por parte de las autoridades municipales. A pesar de que el Ayuntamiento ha sido notificado en repetidas ocasiones sobre la problemática, las promesas de resolver la situación han quedado en el aire.

A pesar de los esfuerzos comunitarios, los vecinos saben que no pueden seguir reparando las calles por si mismos de manera indefinida. Los materiales y las herramientas son limitados, y las soluciones que pueden implementar son temporales.

Este caso refleja la creciente desconexión entre las autoridades y la ciudadanía en muchas regiones del país. Mientras los gobiernos locales siguen enfrentando desafíos financieros y administrativos, los ciudadanos continúan buscando soluciones por su cuenta, en un intento de mejorar su calidad de vida ante la indiferencia gubernamental.

Los baches son un problema constante en diversas ciudades, afectando no solo la movilidad, sino también la seguridad vial. Algunos datos han mencionado que la falta de mantenimiento de las calles es una de las principales quejas de la población, junto con la seguridad y el acceso a servicios básicos.

 

 

Uriel Rosales

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