¿Dónde están?

A Unos meses de que la administración de Casimiro Alvarado llegue a su fin, ciudadanos del municipio de Capulhuac cuestionaron a través de redes sociales el desempeño del presidente municipal y señalaron que el progreso no se ve por ningún punto de la demarcación.

“Mientras otros municipios crecen, disminuyen índices de delincuencia, mejoran infraestructura, disminuyen contaminación en calles y ríos, viven en paz, mejoran fachadas, disminuyen índice de adicciones con el apoyo de programas y crean espacios seguros para todos, Capulhuac cada vez más en la decadencia; cuáles han sido los logros del presidente ; no hay iluminación en partes del pueblo, los baches no se diga, ese arco de vigas que está en el centro no se le ve uso ni beneficio alguno, las fugas de agua potable, el lamentable servicio de recolección de basura”, son algunos de los comentarios

Pero como en Capulhuac el edil Casimiro Alvarado aparentemente no puede aplicar la frase “los hechos hablan más que mil palabras”, pues los ciudadanos no ven las obras y acciones, el alcalde tuvo que responder por redes sociales que, “te invitó a que explotes más las página ahí damos muestra de todo y por otro lado siempre he tenido una administración de puertas abiertas tu dime cuando y la hora y con gusto en persona te lo comento”.

Lo que molestó a más de uno, pues señalaron que lo han ido a buscarlo a la presidencia y no los atiende.

“Pues en más de una ocasión he tratado de verlo y jamás me dan la cita, y pues aprovechando que contesta por este medio, nos podría sacar de la duda porque da permisos para destruir más al pueblo como la caravana de anoche y por qué no hay seguridad pública”, señalaron.

Los cuestionamientos siguieron, pues desde la perspectiva de los habitantes los resultados del gobierno municipal no son suficientes, para ellos el edil y sus achichincles le quedaron a deber.

Que fácil para el edil contestar por redes sociales ¿no cree usted lector?, solo recuerde lector que los hechos concretos y tangibles son más significativos y confiables que las palabras.

Luis Garduño