En días pasados, el presidente municipal de Lerma, Miguel Ángel Ramírez Ponce fue sumamente homenajeado por su cumpleaños; sin embargo, mientras el alcalde celebraba el aniversario de su nacimiento, partía pastelito al término de su sesión de cabildo, afinaba detalles del festival de día de muertos y hasta acudía a la Ciudad de México a la toma de protesta de la nueva Jefa de Gobierno, Carla Brugada; sus vecinos continúan padeciendo las inclemencias no solo del tiempo, sino de la pésima condición en la que se encuentran sus calles así como, en voz de los lermenses, los deplorables servicios públicos con los que cuentan.
No es un misterio para nadie que algunos bacheos no han sido suficientes para mitigar el viacrucis que viven tanto automovilistas como peatones con las condiciones de sus calles que dicen, ya no tienen baches sino socavones; así mismo, la falta de alumbrado público, los semáforos inservibles al parecer desde hace meses descompuestos, la falta de recolección de basura en las comunidades, las inundaciones y la inseguridad que viven los vecinos de Lerma día a día.
“Para tomarse fotos, irse a eventos, festejar en el cabildo y tirarle flores a su esposa que cobra en el DIF cuando no debería, sí están bien buenos; pero nuestras solicitudes son escuchadas a medias o de plano ignoradas. Ojalá no sigamos así los otros tres años que va a estar porque de plano vamos de mal en peor”, recalcó un vecino afectado de la zona industrial.
Es importante recalcar que si bien, todas las actividades que se realizan en el Ayuntamiento son importantes, las necesidades prioritarias de la ciudadanía son las que deberían ser el centro de atención de la actual administración pública municipal pues de nada sirven los eventos sociales cuando se afectan patrimonio y necesidades básicas como el alumbrado público, el agua potable, la recolección de residuos o las calles que, hoy en día, son intransitables.
Ariz Vega