La falta de alumbrado público en la calle Álvaro Obregón de la comunidad de San Pedro Techuchulco, se ha convertido en un grave problema para los residentes, quienes aseguran que la situación afecta su seguridad y calidad de vida. La ausencia de iluminación no sólo genera inconvenientes para el tránsito vehicular y peatonal, sino que también puede provocar un aumento en los hechos delictivos.
El problema quizá no es nuevo, pero la situación se ha agravado en las últimas semanas con la llegada del otoño, cuando los días son más cortos y la necesidad de luz es aún mayor. Sin embargo, el gobierno municipal, encabezado por Rausel Cervantes, ha priorizado la organización de las fiestas tradicionales, que incluyen conciertos, en lugar de atender las demandas urgentes de los ciudadanos.
Mientras los habitantes enfrentan la inseguridad diaria, las oficinas del Ayuntamiento lucían activas con los preparativos de las festividades. Desde hace un par de días se llevó a cabo la celebración del día de la raza en el paraje del ojo de agua.
“Parece que lo único que le interesa al edil es tener un evento espectacular para las fiestas, no es que uno este en contra de las celebraciones, pero la realidad es que hay cosas más importantes que necesitan atención inmediata”, señalaron.
Es evidente que la administración actual no ha sabido responder las necesidades urgentes de la población. Mientras Rausel Cervantes se muestra indiferente, los vecinos siguen esperando soluciones que les brinden seguridad y tranquilidad en su día a día. La falta de alumbrado publico no es un lujo, es una necesidad vital para el bienestar de cualquier comunidad, y el ayuntamiento esta fallando en cumplir con su responsabilidad más elemental.
El clamor de los ciudadanos es claro: exigen respuestas, exigen seguridad, y exigen acción inmediata. Las excusas ya no son aceptables. Mientras las autoridades sigan sin hacer su trabajo, los vecinos continuarán viviendo en el abandono y la inseguridad, en una comunidad que, irónicamente, esta a oscuras tanto física como políticamente.
La pregunta es: ¿Cuántos meses más tendrán que esperar para que el Ayuntamiento de Joquicingo encienda la luz de la responsabilidad y el compromiso con su pueblo?
Uriel Rosales