Una constante son las quejas de la ciudadanía sobre la aparente falta de atención que le gobierno municipal de Lerma a cargo de Miguel Ángel Ramírez Ponce ha puesto en las condiciones en las que se encuentran las vialidades del municipio, especialmente durante la reciente temporada de lluvias donde la población ya no ve lo duro sino lo tupido pues no solo se han vuelto intransitables sino que, ahora tienen que cargar con los desperfectos que estos “baches” convertidos en cráteres, han provocado en sus patrimonios vehiculares.
Quizá una de las razones de esta presunta falta de trabajo se deba al destino de los recursos que llegan al municipio como el Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios y las Demarcaciones, ya que, en el primer trimestre del 2024, en el formato de información de aplicación de recursos, el destino de las aportaciones se fue con 2 millones 680 mil pesos para infraestructura y más de 2 millones y medio de pesos para el saneamiento financiero, lo que podría interpretarse como deuda pública; quizá por ser inicio de año, así se manejaron los dineros, pero resultó que para el segundo trimestre, para infraestructura se fueron 2.9 millones y para saneamiento financiero más de 8 millones de pesos.
Es decir, que durante la primera mitad del 2024, se ocupó más recurso en “sanear” las finanzas del municipio, que para infraestructura, por lo que no es raro que los resultados no sean óptimos para la ciudadanía.
A pesar de esto, uno podría pensar que estos más de 5.5 millones de pesos podrían ser significativos para la infraestructura de la entidad, sin embargo, el ciudadano promedio de Lerma, no sabe en qué podrían estar invertidos, pues una de las prioridades como lo son las calles en deplorable estado, no son atendidas como se podría pensar.
Habrá que esperar a ver cómo se repartió el resto del recurso que llega a Lerma durante la última mitad de la actual administración porque, en voz de varios vecinos, no vaya a ser que poco o mucho de ese recurso haya tenido por destino las recientes campañas electorales en las que, por cierto, la presidenta del DIF, Marisol Mote, fue captada obsequiando varios “regalitos” para ayudar a que su esposo se quedara en la silla otros 3 años.