La identidad entre los miembros de una comunidad es crear sentido de pertenencia que los defina de forma social, afectiva y cultural con el resto de la sociedad. La identidad de Tenango del Valle y sus habitantes radica en sus personajes ilustres, su toponimia y sus sitios emblemáticos.
Uno de los símbolos característicos de Tenango del Valle es el Monolito del “Guerrero Serpiente” que se encuentra en la glorieta de la cabecera municipal, una obra realizada por escultor e ingeniero Heriberto Gómez inaugurada en el año 2006, el cual representó una réplica del “Guerrero Serpiente” original no mayor a 50 cm de alto que se encuentra en el museo Dr. Román Piña Chan.
En este contexto, como usted recordará, en abril de este año le dimos a conocer que durante la décima octava sesión extraordinaria de cabildo se aprobó que, de los 74 millones destinados para la obra pública de este ejercicio fiscal, casi 10 millones de pesos serían destinados a la “rehabilitación” de la famosa glorieta, dividido en diversas obras que, a decir de una gran parte de la ciudadanía tenanguense y, en su momento de los mismísimos regidores que ahora andan muy calladitos, es innecesaria pues existen otras situaciones que podrían requerir urgencia en el municipio.
Pareciera que Roberto Bautista, presidente municipal de Tenango del Valle, ha enfocado muchísimo empeño, trabajo y por supuesto recursos, en intentar “crear identidad” en Tenango del Valle, sin embargo, para la ciudadanía esa “identidad” no ha sido más que un evidente “pan y circo” para el pueblo.
Tal es el caso del famoso puente Quetzal, esa zona del crucero en el que se gastaron varios millones, al igual que hoy la glorieta y que, hablando de urgencia, aún no está terminada pero ya quieren empezar a hacer espectáculo con las remodelaciones.
El llamado “Padrino Mágico” convocó a Heriberto Gómez para “rehabilitar y darle mantenimiento” al “Guerrero Serpiente” y se rumora por ahí que lo tiene trabajando a marchas forzadas pues le urge inaugurarlo para este 31 de octubre porque estaría aprovechando las actividades de Día de Muertos para mostrarle a los tenanguenses esta tremenda inversión de recursos, sumando las flores y demás ornamentos que van a vestir dicho evento.
Eso sí, son varas las calles que, a pesar de estar a unos metros de este lugar, están en deplorables condiciones mientras la indispensable rehabilitación de la glorieta está programada para ser entregada hasta el 21 de diciembre porque, según Bautista, no les va a dar tiempo antes ya que han salido muchos detalles que no se ven, pero los que sí se ven tampoco son solucionados; las zanjas están abiertas, los semáforos son un caos y los camellones son un peligro porque ni siquiera hay señalamientos pero eso sí, el Monolito va a tener su estrafalaria develación.
Tanta es la prisa que ni siquiera se ha resulto el problema de los despidos del ayuntamiento, tanto urge el espectáculo que no importa que el alumbrado público deje mucho que desear en todo el municipio, tanto impera el show que la percepción de inseguridad continúa en aumento; así las prioridades de la actual administración.
Y para qué esperar, de una vez le damos la exclusiva; sin menospreciar el trabajo de quien está rehabilitando al “Guerrero Serpiente”, teniendo como antecedente lo aparentemente ecléctico de las obras que anteceden a esta remodelación como el Puente Quetzal pintado de color rosa, lo poco clásico y para algunos, el mal gusto; ¿Se puede usted imaginar cómo será la nueva imagen de la glorieta? Así es, amigo lector, a pesar de haberlo cubierto de inmediato, esta casa editorial obtuvo una imagen inédita de lo que será el monolito y sí, como dice la canción infantil, estará lleno… “De colores, de colores se visten los campos en la primavera…”
¿No era mejor solo darle limpieza, mantenimiento y gastar el resto del recurso en atender una de las muchas necesidades que aún no se han cubierto en la entidad y que Bautista prometió?
Así es la identidad que “El Padrino Mágico” pretende para Tenango del Valle, una en la que, al parecer, es más importante ser ostentoso, extravagante y colorido aparentemente para que las fotos se vean “padrísimas” en sus redes sociales o para llamar la atención y apapachar el ego del edil; una identidad en la que, para la gente, se empecinan en maquillar de colores la verdadera realidad del municipio, así como los payasos que cubren su cara con una versión digna del espectáculo pero que, así como la palabra de Roberto Bautista Arellano, no tiene certeza, no se cumple o quizá es solo una colorida broma.
Ariz Vega