Vecinos de la calle prolongación Porfirio Díaz esquina con Benito Juárez evidenciaron que el gobierno municipal de Capulhuac encabezado por Casimiro Alvarado no ha hecho nada respecto a un terreno que se ha convertido en un tiradero de basura.
Los habitantes de esa zona aseguraron que ya hubo un acercamiento con personal del Ayuntamiento, para ser más exactos con el Director de Ecología, pero aseguran que nunca dieron una solución y nunca se acercaron al predio, “según las autoridades solamente hay escombros, pero la realidad es otra, es un cochinero”, manifestaron.
En su desesperación, los habitantes ahora piden el apoyo del secretario del Ayuntamiento, José Rodríguez Hernández, ya que aseguran que el servidor público vive cerca de ahí y conoce del tema, “Queremos que el gobierno municipal intervenga, no queremos que se convierta en un basurero clandestino con consecuencias mayores”, señalaron.
La acumulación de basura y desechos en los terrenos baldíos representa un riesgo para la salud pública, ya que pueden ser el origen de plagas y fauna nociva causante de enfermedades, además, claro, del olor y hasta la imagen.
De ahí la importancia de que las dependencias del gobierno municipal intervengan para acabar con estos focos de contaminación, mediante labores de limpieza, servicio de recolección de basura eficiente y campaña de concientización para evitar tirar basura en terrenos baldíos y calles, pues además de mejorar la imagen del municipio contribuirán a tener un entorno más saludable y limpio.
La interrogante que surge es: ¿El secretario del Ayuntamiento los ayudará o al igual que el director de ecología y el edil se «harán de la vista gorda»?
¿De qué sirvió que el Centro de Transferencia de Basura ubicado en el municipio de Capulhuac quedará cerrado, esto por los daños provocados en la salud de los vecinos y al suelo de dicha zona, si ahora van a permitir los basureros clandestinos?
Según los expertos la acumulación de residuos en basureros clandestinos puede tener efectos devastadores en el medio ambiente. Los líquidos que se filtran a través de la basura, conocidos como lixiviados, pueden contaminar el suelo y los acuíferos subterráneos con sustancias tóxicas como el plomo y el mercurio, problemática que, de dejarse pasar, significaría un problema más, ahora en cuestión de otro tipo de contaminación que puede llegar a las fuentes de agua potable, poniendo en riesgo la salud de las comunidades cercanas.
Mientras que la descomposición de la materia orgánica en los basureros o tiraderos no autorizados produce biogás, una mezcla de metano y dióxido de carbono que contribuye al calentamiento global. Además, la acumulación de metano en estos sitios representa un riesgo de explosiones e incendios, especialmente en condiciones de alta temperatura, por ello la importancia de que las autoridades municipales atiendan este problema.
A pesar de estar esperando una respuesta favorable por parte del gobierno municipal, otros ciudadanos aseguran que no recibirán ayuda, pues “Casimiro ya se va, obviamente no se va a desgastar con nuestras problemáticas, no lo ha hecho estos 3 años, mucho menos lo va a hacer cuando le falta un mes para irse, lo que les urge es ya irse, parece que nunca le hemos importado”, dijo un vecino.