Al más viejo estilo PRIísta, el alcalde de Almoloya de Juárez conocido como “el chiquillo” Solís, en días pasados se presentó cínicamente en el fraccionamiento Villas del Sol, donde un grupo de ciudadanos le “imploraban” a su autoridad municipal los servicios básicos para su comunidad.
Entre estos reclamos se destacaron la seguridad, el alumbrado público, las condiciones de sus vialidades y el grave problema de la recolección de residuos sólidos, es decir, la basura.
Muy hábilmente, sacando el pecho y con actitud de “ya llegó el bueno, el mero, mero petatero”, el alcalde se presentó con ellos para solucionarles los problemas; eso sí, bastante bien custodiado por un séquito considerable de policías que más que alcalde, lo hacían parecer una super estrella política. Pa’ pronto, ni Obama traía tanto.
Cabe destacar que no lo dejaban hablar, pero una vez que la gente se cansó de reclamar, este “chiquillo politiquillo” procedió a hacer una de las cosas que aparentemente mejor le salen como alcalde, darle “atole con el dedo” a sus gobernados; no sin antes esparcir la culpa hacia los que ya no se pueden defender, en este caso, hacia el llamado “charro mil amores” de la administración anterior, a quien culpó de todo lo que estaba sucediendo bajo el argumento de que el conflicto de la basura se debía a que Óscar Sánchez había arrendado y dado en concesión la recolección de residuos del municipio.
Hasta aquí pareciera todo muy normal, se le echa la culpa al que ya no está y llega al rescate de la ciudadanía el “paladín de la política del caos” como salvador del día, cuando en realidad, pudiera tratarse de pura faramalla y ahora sabrá usted porqué.
El 2 de junio de 2024, se celebraron la elecciones para presidentes municipales en el Estado de México, dando como resultado el inminente regreso del “chiquillo” Solís a la silla presidencial de Almoloya de Juárez; paladín justiciero que entró en funciones el pasado primero de enero de 2025.
Sin embargo, este chiquitín tendría que haber hecho su tarea desde que se vio ganador para dar solución a los problemas que le iban a heredar a la salida del llamado “Charro Mujeriego”, cosa que no hizo.
Es decir, este chiquitín tuvo 6 mesesotes para prever los conflictos que se venían, sobre todo si dijo conocer a fondo las problemáticas que aquejan a los almoloyenses y de que uno de sus más utilizados discursos de campaña fue la “experiencia” de haber sido ya alcalde hace algunos trienios.
Bien pudo saber antes que nadie que el presidente anterior, había dado en renta la concesión de la basura, y claro, al más viejo estilo priísta; porque eso sí, cambió de partido, pero pareciera que de mañas no, este chiquitín, prefirió quedarse callado, y no hacer nada por sus gobernados, hasta que el problema estallara, para así poder pararse el cuello y llegar con actitud de político inmaculado a solucionar todo; dice el refrán “a otro perro con ese hueso”.
Así es amigo lector, este chiquitín, al parecer realiza la “política del caos”, ya que, a sabiendas de que la recolección y disposición de basura solo se puede contratar por el periodo en funciones de cada presidente, Adolfo Solís seguramente ya sabía que el servicio se iba a detener, dejando a la ciudadanía a su suerte con el tema de la basura; pues no es secreto para nadie que, con dos días que no pase el camión recolector, se crea un conflicto social y la gente pondría el grito en el cielo, ya sabe usted, presumible condicionamiento de servicios a cambio de protagonismo.
En otras palabras, les dejó crecer el problema y con ello la desesperación de los ciudadanos al ver como determinados espacios públicos se empezaban a llenar de basura en los fraccionamientos, siendo así que Villas del Sol, por su cercanía a la cabecera, sería de los primero en inconformarse.
Un dato más de presunto cinismo de este chiquitín es que en dicha reunión gritó a los siete vientos, que, en esta misma condición, se encuentran los otros nueve fraccionamientos, que existen en el municipio; ¡Vaya desfachatez de individuo!
En una siguiente entrega le preguntaremos a usted; si las campañas políticas existen para recoger las necesidades de la población y a su vez desarrollar las propuestas para darles solución; ¿dónde quedaron?
Ariz Vega