Exceso de presunción es lo que los ciudadanos de Almoloya de Juárez han detectado en el inicio de la nueva administración municipal presidida por Adolfo “el chiquitín” Solís.
Y es que como usted recordará, este alcalde se ha encargado de cacaraquear cada uno de sus movimientos como si de una hazaña de Robin Hood se tratara, beneficios que, aparentemente no han sido parejos ni para sus propios trabajadores a quienes pareciera no haberles llegado el manto protector del “chiquitín”.
Se rumora que varios servidores públicos que no gozan de contar con un puesto privilegiado en el Ayuntamiento, continúan padeciendo por la “falta de recursos”; sin embargo, el gobierno del Estado de México a través de la Secretaría de Finanzas, ha dado a conocer la Constancia de Liquidación de Participaciones, que, con fundamento en la Ley de Coordinación Fiscal y el Código Financiero del Estado de México y Municipios, permite conocer el monto de las participaciones (dinero) que se le asignan a cada municipio.
En este sentido, eso de que no hay recursos queda en entredicho pues Almoloya de Juárez habría recibido tan solo en el mes de enero de 2025, un importe neto de 28 millones, 269 mil 372 pesos, los cuales presumiblemente no han sido suficientes para que “el chiquitín” Solís mitigue las deficiencias que tanto afectan a la población y que él dice que sí se atienden.
Patrullas cuestionablemente rotuladas en las que se transportan elementos de seguridad que ha sido señalados de presuntos actos de corrupción mientras los delitos en la entidad continúan sin pena ni gloria.
O esos “maravillosos” camiones de basura que llegaron al rescate de la población con los problemas de la acumulación de residuos sólidos, que hoy parecieran no servir de nada puesto que las inconformidades continúan como en la colonia El Yaqui en Colinas del Sol, aún cuando el edil ya había anunciado con fanfarrias la regularización del servicio.
Y como un show más de la actual administración, ahí tiene usted las inconformidades de los propios miembros del Ayuntamiento, allegados a Adolfo Solís, que se quejan amargamente con fotografías y toda la cosa, de que la anterior administración de Óscar Sánchez se llevó hasta los bolígrafos, ¿alguno de ellos recordará de cómo salió Solís Gómez de su anterior administración como presidente municipal? No estaría de más pedirle un consejo a su alcalde, con eso de que se la pasa presumiendo su amplia experiencia en el servicio público.
Para el común denominador de la población almoloyense, el mandato de Adolfo Solís no ha sido más que puro show intentando levantar la desgastada imagen del alcalde, presuntamente ávido de reflector, con aires de salvador y con un discurso de brazos abiertos a la ciudadanía y a la crítica, la cuál al parecer no soporta, pues últimamente es notoria la eliminación u ocultación de comentarios negativos en las redes sociales del alcalde. Ojalá la enorme experiencia le sirva para no acostumbrarse a solo recibir halagos.
Ariz vega
