
A pesar de que la administración municipal de Nancy Valdez Ruiz anuncio con bombo y platillo la reparación de una toma de agua clave en el municipio, la realidad en las calles pinta un panorama muy distinto. Mientras las autoridades presumen obras terminadas y recursos invertidos, el agua continúa desperdiciándose en plena vía pública, y cientos de familias denuncian que siguen sin una gota en sus hogares.
La escena se repite a diario: una fuga visible, abundante y constante en la misma zona donde supuestamente se realizó la reparación. Chorros de agua potable se escurren por las calles, generado indignación entre los habitantes que, paradójicamente, deben comprar agua por pipa o cargar cubetas desde puntos lejanos.
Algunos vecinos mencionan que solamente llegaron disque a reparar, pero ahí sigue el chorro de agua saliendo día y noche, mientras que ellos continúan sin agua para bañarse, lavar, ni para tomar. Por lo cual se forma la pregunta: ¿Dónde está esa obra que tanto anunciaron?
La administración actual, encabezada por la presidenta municipal Nancy Valdez Ruiz, informó el logro de esta reparación, sin embargo, la falta de supervisión, transparencia y resultados tangibles dejan entrever una gestión deficiente que prioriza la propaganda sobre la acción efectiva.
La perdida constante de agua no solo representa un derroche de recursos, sino un atentado directo contra el derecho humano al acceso a servicios básicos.
Este tipo de fallas evidencian un problema estructural: la falta
De mantenimiento, planificación y, sobre todo, voluntad política.
Mientras tanto, los ciudadanos se preguntan a donde se fueron los recursos y si realmente hubo una reparación o solo fue un montaje publicitario más. El llamado es claro: transparencia, resultados y acceso equitativo al agua. Porque un municipio que presume avances mientras su gente carga cubetas, no está avanzando, está retrocediendo.
Uriel Rosales