Un nuevo escandalo sacude al Ayuntamiento Municipal de Ocoyoacac, luego de que en redes
sociales se viralizaran acusaciones contra el jefe del Departamento de Recursos Forestales y
Ordenamiento Ecológico, señalado por varios usuarios como un abusador y acosador dentro de la
Institución.
Las acusaciones describen que el funcionario habría ejercido poder contra varias mujeres.
Ante la ola de señalamientos, la presidenta municipal, Nancy Valdez, no ha emitido una sola palabra.
Su silencio, es tan escandaloso como las acusaciones mismas. ¿Cómo es posible que una administración que se presume “incluyente”, tolere a un presunto agresor, en uno de los cargos más
estratégicos del Ayuntamiento?
La presidenta municipal en lugar de actuar, parecería que optó por minimizar los hechos o proteger al funcionario con el único objetivo de no desestabilizar al departamento.
La omisión de la edil podría configurar una complicidad institucional. Al no haber actuado ante los primeros indicios, se convierte en parte del problema. los ciudadanos merecen una administración que castigue el acoso, no que lo encubra o lo normalice.
Este caso también vuelve a poner en tela de juicio los protocolos de atención y prevención del acoso dentro de los gobiernos municipales. ¿Existen? ¿Se aplican? ¿O solo son papeles firmados para
cumplir con la burocracia?
Las voces en redes sociales son claras: exigen aclaraciones sobre el por qué este tipo de persona esta trabajando dentro del Ayuntamiento, y en casos extremos, la destitución de este.
Asimismo, la rendición de cuentas de la presidenta municipal, cuya falta de acción la han convertido en
blanco de criticas por insensibilidad y encubrimiento.
Mientras tanto, el silencio oficial se convierte en una nueva forma de violencia: la que niega, calla y perpetua el abuso desde las alturas del poder.
Uriel Rosales