San Antonio La Isla

Cuentame una de Vaqueros

En pleno corazón del municipio, a espaldas de un establecimiento comercial de alta concurrencia, se encuentra un foco de infección que ha generado indignación, molestia y preocupación entre vecinos y comerciantes. Se trata de un terreno baldío que ha sido convertido, por omisión o negligencia, en un auténtico basurero clandestino. El sitio, repleto de desechos sólidos, restos orgánicos y materiales en descomposición, ha comenzado a emanar olores pestilentes que afectan a quienes viven y trabajan en la zona.
Pese a que los afectados han realizado denuncias formales ante el Ayuntamiento de San Antonio la Isla, hasta la fecha no ha habido respuesta ni acciones concretas por parte de las autoridades municipales. La falta de atención no solo demuestra una grave omisión por parte de la administración encabezada por Alejandra Castro, sino que refleja un preocupante abandono de sus responsabilidades básicas en materia de salud pública, medio ambiente y servicios urbanos.
El predio, que aparentemente pertenece a un particular, lleva meses acumulando basura sin control. Los vecinos aseguran que la situación se ha agravado en las últimas semanas, con la llegada del calor, lo que ha intensificado los olores y multiplicado la presencia de fauna nociva como ratas, moscas y hasta perros callejeros que escarban entre los desperdicios.
Frente a esta crisis sanitaria que se esta formando, la postura del Ayuntamiento ha sido, hasta ahora, el silencio. Ningún funcionario ha dado la cara, ninguna cuadrilla ha acudido a inspeccionar o a limpiar el lugar, y no hay evidencia de sanción alguna al propietario del predio o a quienes han arrojado desechos ahí.
Esta omisión es particularmente preocupante si se toma en cuenta que uno de los principales deberes del gobierno municipal es garantizar condiciones mínimas de salubridad en el espacio público. La inacción no solo compromete el bienestar de los ciudadanos, sino que sienta un peligroso precedente de impunidad e indiferencia institucional.
Mientras tanto, los habitantes del municipio se preguntan: ¿en qué está ocupado el gobierno de San Antonio la Isla? ¿Dónde están las promesas de campaña que hablaban de un “municipio limpio y ordenado”? ¿Por qué se permite que un foco de infección permanezca sin atender en plena zona urbana?
En redes sociales, la indignación va en aumento. Usuarios han compartido fotografías del terreno invadido por basura y han etiquetado a las cuentas oficiales del gobierno municipal sin obtener respuesta. «¿Cuántos reportes más se necesitan para que hagan su trabajo?», cuestiona un vecino en una publicación que ya ha sido compartida decenas de veces.
A medida que la basura se acumula, también lo hacen las preguntas sin respuesta. Y mientras el olor nauseabundo se extiende por la zona, también lo hace el hartazgo ciudadano. La omisión tiene rostro: es el del Ayuntamiento que calla, el de la administración que no actúa, el de las autoridades que fallan. San Antonio la Isla no merece este abandono. Y sus ciudadanos tampoco.
Luis Garduño

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