“El que con niños se acuesta mojado amanece”

Qué ciertos son los refranes populares, que en este caso le cae como anillo al dedo a nuestro querido alcalde de Joquicingo, el “profesorcito” Rausel Cervantes, de extracción del Partido Verde, quien pareciera que le hace honor a su tan prestigiado color.

Así es, este alcalde está bien verde ya que le platico, que quien hoy funge como tesorero municipal de Joquicingo, es un inexperto chamaquito que bien podría tener poco tiempo de haber egresado de las filas estudiantiles; párvulo José María Castañeda Fuentes.

Pareciera que, en esta administración, el requisito es ser joven, ya ve como dicen en la telera “la chaviza”, los famosos millenians; pero para algunos, eso no está mal, al contrario, es lo correcto paro irlos fogueando de menos a más, que vayan aprendiendo y adquiriendo experiencia.

Aunque de eso a soltarles las riendas del caballo de buenas a primeras, es otra cosa. O quizá nuestro alcalde de profesión maestro, se habrá quedado con la imagen de la escuela donde ha impartido clases, porque se rodea de puro chavo al parecer para que nadie le refute si está en lo correcto; pero recuerde, amigo lector, que usted tiene la última palabra.

El problema será al término de la administración, después de dejar el poder, ya que como es sabido una vez regado el choco milk de los niños, hay que limpiar las regadas de los mismos; seguramente dicho personaje no lo sabe porque lo tiraron al ruedo sin tener tantita experiencia en esto de los recursos públicos

Lo que resulta inverosímil es que, de buenas a primeras, gente poco capacitada, ocupe puestos clave en una administración municipal, eso es como poner la Iglesia en manos de Lutero.

Como José María Castañeda Fuentes; quien al parecer solo cuenta con una cédula profesional como Técnico en Contaduría por el CONALEP y quien, según sus redes sociales, estudió Contabilidad en el Centro de Estudios Superiores Universitarios (CESU) pero NO está TITULADO.

Cabe destacar que de acuerdo con la Ley Orgánica Municipal del Estado de México en sus artículos 32 y 92, dentro de los requisitos para ocupar este cargo, se encuentra el estar titulado, pero dentro del Registro Nacional de Profesionistas de la Secretaría de Educación Pública, no se encuentra ninguna información que avale esta titularidad.

Así mismo, se debe contar con una Certificación de Competencia Laboral por parte del Instituto Hacendario del Estado de México que asegure sus conocimientos y habilidades para desempeñar el cargo, cumpliendo con el Código de Conducta de los Servidores Públicos que expide este Instituto y que habla de legalidad, honradez, eficiencia, profesionalismo, transparencia, competencia, integridad y rendición de cuentas entre otros, para lograr dicha certificación, pero tampoco se encontró información alguna al respecto.

Presuntamente, ni toda la preparación ni todo el “carisma” que dice tener el alcalde, son suficientes para evitar que Joquicingo haya empezado con el pie izquierdo su actual Gobierno; pues los problemas causados por la inexperiencia de sus funcionarios vendrán cuando un instituto como el Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México, comience con las auditorias, las recomendaciones y los jalones de orejas; dejándole el paquete a la siguiente administración.

En este sentido, sería bueno recordarle al “profesorcito” Rausel Cervantes, el viejo y conocido refrán que dice: “El que con niños se acuesta mojado amanece”, ya que no conviene confiarle el manejo del ayuntamiento a personas poco profesionales y mucho menos sin experiencia, sobre todo en las cuestiones de los dineros, porque, a fin de cuentas, le tocará a la ciudadanía pagar el noviciado en Joquicingo de este párvulo tesorero.

Lety Serrano