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Pichicatero

Dicen por ahí que, si rico quieres llegar a ser, tres maneras debes de ver, “Buena herencia; billetes de lotería o volverse político”.

Algunos siguen el consejo al pie de la letra, no por nada los billetes de lotería se venden como pan caliente, y otros más abusados, entran en el mundo de la política y le juegan al servidor público.

Ahí tiene usted al “mayestro” Rausel Cervantes, quien ahora se dedica al humilde empleo de presidente municipal de Joquicingo, gobernando a una población acostumbrada a compromisos medianamente cumplidos, situación bien aprovechada por este “profesorcito” no sin antes saber que lo suyo no es precisamente la administración pública, a menos que de engordar el cochinito personal se trate.

Y es que Cervantes Huertas no se anda con “pichicateces” cuando de darle a sus compinches se trata, pero, pareciera que la tacañería lo invade para darle al pueblo una mejor calidad de vida; pues del presupuesto asignado para el ejercicio fiscal 2022, se presupuestaron 104 millones 65 mil 41 pesos, de los cuales, más de 46 millones están destinados a servicios personales (nómina); mientras que para inversión pública solo se presupuestaron 21 millones 431 mil 724 pesos, ni la mitad de lo que se gasta en salarios.

La cosa es echarle lápiz al asunto, ya que, si las cuentas no nos fallan, el gobierno de Rausel Cervantes se estaría gastando 44% de sus 104 millones presupuestados en los sueldos de él y sus esbirros y solo el 20% en inversión pública a favor de la población.

¡Qué caro le sale a Joquicingo darle vida de “nuevos ricos” a sus funcionarios! Ya ve usted que luego terminan con múltiples propiedades, casas de ensueño y presuntamente hasta camionetones de más de 800 mil pesos, porque por lo menos el “profesorcito”, terminará con 3 millones y medio en la bolsa al final de su mandato.

No debe ser difícil visualizar al “mayestro” Rausel con las manos en las bolsas, pero no en las suyas sino en la de los dineros del gobierno municipal, dejando notar las presuntas metas del edil, que dicho sea de paso no se destacan por beneficiosas para la gente, sino que dejan ver la ambición y pericia de quien aparentemente busca servirse con la cuchara grande durante sus 3 años de administración.

Sin figurar por su desempeño y mucho menos por su carisma, el hoy presidente municipal estaría aplicando prácticas que, a futuro, podrían dejar tambaleándose a Joquicingo, historia que se suma a lastimosas mañas que le contaremos en una siguiente entrega.

Ariz Vega

 

 

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