Transparencia INCOMPRENSIBLE en Calimaya
Como informamos en este Semanario en nuestra edición anterior, el Ayuntamiento de Calimaya, presidido por Óscar Hernández Meza, aparentemente se precia de dirigir un gobierno muy transparente, cuando, para muchos ciudadanos, la realidad es otra, pues todas las obras públicas contenidas en el Programa Anual están dadas por “invitación restringida”, sin que se informe quiénes están en este selecto grupo de empresas a las que se les hace la invitación para realizar las obras del municipio, ni por qué no hacen licitaciones públicas.
Quizá el edil, conocido por la población como “El capulina” de Calimaya, aún no tiene claro el concepto de “transparencia” como lo deja ver la respuesta de la solicitud 00008/CALIMAYA/IP/2022, en la cual, se pide al Ayuntamiento el documento en PDF de la última Balanza de Comprobación trimestral. Ni tardos ni perezosos, en la Unidad de Transparencia municipal, hicieron llegar un documento en el que no se ve absolutamente nada (como se aprecia en la ilustración), mostrando la gran eficiencia de su titular Yesika Guadalupe Gómez Carmona.
Algún mal pensado dirá que es plan con maña para que no se pueda leer el contenido de los documentos; y es que pareciera conveniente que se trata de una balanza de comprobación es un resumen del estado financiero y de las operaciones realizadas durante un periodo determinado, que sirve, en general, para comprobar que los saldos deudores y acreedores sean iguales. En otras palabras, sirve para revisar que financieramente haya un balance y cuadren las cuentas.
Así que el ciudadano consciente que quiere ver cómo marchan los asuntos de dinero y recursos en su municipio, se topa con pared, y es una pared más negra que la noche que la administración le pone en frente a quienes buscan información de los tejes y manejes de los recursos. Así que, por negligencia, o hasta por malicia y encubrimiento, se puede pensar que hay cosas que el gobierno no quiere que sepa la gente.
Y si la ciudadanía se pone benevolente, podrían justificar estos errores con la falta de equipo para otorgar documentos escaneados decentemente, pero si se gasta en otro tipo de trivialidades, bien se podría invertir lo suficiente para darles a los calimayenses cuentas claras.
La misma Ley de Transparencia y Acceso a la Información del Estado de México y Municipios marca claramente en su apartado de responsabilidades y sanciones, Artículo 222, que son causas de responsabilidad administrativa de los servidores públicos de los sujetos obligados, por incumplimiento de las obligaciones establecidas, en su inciso X: “Entregar información incomprensible, incompleta, en un formato no accesible, una modalidad de envío o de entrega diferente a la solicitada previamente por el usuario en su solicitud de acceso a la información, al responder sin la debida motivación y fundamentación establecidas en esta Ley”.
Tan incomprensibles son los datos en este documento, como las posibles razones que podría tener el “Capulina” para jactarse de ser un gobierno transparente. Y aunque las sanciones sólo van desde apercibimiento, amonestación pública o multa, dependiendo de la gravedad, la mejor sanción para el alcalde y su equipo es el descrédito con que la gente se expresa de sus ediles.
Osvaldo García