Inseguridad: reflejo de la nula inversión en Calimaya
Parece que ya es pan de cada día, el enterarse por testimonios o por redes sociales sobre la situación de inseguridad que se vive en Calimaya, pues si una semana es el asalto a un locatario, a la siguiente es un robo a vehículo. Aún peor es el constante abandono de cadáveres en el municipio, como recientemente se vio el 15 de septiembre en San Bartolo Tlatelolco y apenas el 30 del mismo mes en el paraje conocido como El Ejido de San Bartolito, sólo por mencionar los más recientes.
Se tiene entonces que Calimaya es un lugar predilecto por los delincuentes para este tipo de hechos, debido presuntamente a la poca eficiencia en el patrullaje y la escasa infraestructura de videovigilancia, volviendo al municipio el lugar perfecto para realizar fechorías.
Aún así, Óscar Hernández Meza, asegura que todo marcha bien en el municipio, y cuando no, pues se diche que le echa la bolita a las autoridades estatales o federales, además, se le suele ir la lengua hablando de cifras, pues en la presentación del Bando Municipal del 2021, hace más de un año, aseguró que: “contamos con 16 patrullas y 81 elementos de seguridad y ahora en formación 26 cadetes, de los cuales al terminar su preparación se integrarán todos aquellos que aprueben con satisfacción sus evaluaciones en condiciones de incorporarse a la Policía Municipal”.
Siguiendo esta afirmación, hoy en día, Calimaya debería contar con 107 policías. Sin embargo, dice el dicho que “cae más pronto un hablador que un cojo”, pues según el Plan de Desarrollo Municipal del 2022, hay 1.1 policías por cada mil habitantes, lo que aproximadamente serían 68.4 policías para los 68 mil 489 habitantes que tiene el municipio. Calificando esto como bajo grado de cobertura según lo publicado en el “Modelo Óptimo de la Función Policial” de la Secretaría de Gobernación, que estableció un estándar mínimo de 1.8 policías por 1000 habitantes. Así que no sólo no hay los policías que el alcalde conocido como “Capulina” dijo, sino también hay un déficit en la cantidad de activos recomendados.
Ahora bien, no solo se trata de tener más policías, sino de que estén bien preparados y equipados. En ese mismo evento, el edil afirmó que debían “apoyar a nuestros policías, reconocer la dignidad que entraña la labor policial, mostrar el enorme esfuerzo que hacen al arriesgar la vida todos los días”. A más de un año, estas palabras se las lleva el viento, pues presumiblemente no se invierte nada en equipo de defensa y seguridad ni en materiales y suministros para seguridad, de acuerdo con el Presupuesto de egresos 2022, en su clasificación por objeto del gasto.
Y si no se tiene presupuestado equipar a los policías, mucho menos se puede esperar que se invierta en videovigilancia. Con estos datos ya podemos entender por qué hay una mala percepción ciudadana acerca de la seguridad y por qué se hace cotidiano ver robos y asesinatos entre muchos otros actos delictivos en el municipio. Pues es claro que, si no hay inversión, no se puede hablar de un avance en la materia, mucho menos cuando la prioridad es agarrar la fiesta dentro de edificios públicos.
Osvaldo García