Dejar de lado el sentir de la ciudadanía es una total y absoluta falta de respeto, sobre todo cuando se es servidor público, cosa que presumiblemente sucede en el Ayuntamiento de Calimaya, quienes aparentemente hacen hasta lo imposible para no convocar a la gente a algo que es una obligación de los gobiernos municipales, como son las sesiones de cabildo abierto. Quizá exista poca disposición del gobierno municipal para ser cuestionados y que se le exijan cuentas claras de cómo han llevado las riendas de la actual administración.
La Ley Orgánica Municipal del Estado de México dicta que: “El cabildo abierto son las sesiones que celebra el Ayuntamiento, en las que las personas habitantes involucradas participan directamente con derecho a voz, pero sin voto, a fin de discutir asuntos de interés y con competencia sobre el mismo”.
Esto a propósito de que ya van seis sesiones de cabildo abierto sin que haya participación de la ciudadanía, o sea que son seis sesiones en las que no se cumple su cometido, que es precisamente fomentar el diálogo y que la voz de la gente sea escuchada por sus autoridades, así como la ciudadanía los escuchó cuando les fueron a tocar la puerta para pedirles el voto.
Esto se debe a que la mayoría de las convocatorias se publican únicamente en los estrados del palacio municipal, así que para enterarse un ciudadano tendría necesariamente que estar al pendiente y acudir al palacio a ver si ya se publicó alguna convocatoria, porque no se ve interés de la municipalidad en enterar a la gente yendo a sus casas a invitarlos o por lo menos difundiendo como se esperaría.
Algunas de estas convocatorias no se publicaron ni en el sitio web del ayuntamiento, ni en redes sociales, como si no se quisiera que la gente se enterara. Así sucedió con la última realizada, que fue la Sexta Sesión de Cabildo Abierto, llevada a cabo el 20 de abril del presente año, donde no hay ni rastro de que se emitiera la convocatoria en otro sitio que no fuera dentro del palacio municipal, como si no existieran las herramientas digitales para hacerlo. Parece que cuando les conviene no son modernos en el gobierno y más bien es ya una tradición que las sesiones abiertas no cuenten con participación ciudadana.
Y es que resulta vergonzoso que, en la sesión mencionada, simplemente se leyera el acta de la sesión anterior y se tratara el asunto del maltrato animal, pero ni por dignidad se mencionó que era una sesión abierta y que no había ningún ciudadano calimayense presente para participar (las sesiones están disponibles en el canal de YouTube del Ayuntamiento, para que usted mismo juzgue). La imagen de los Hernández, Oscar, el alcalde, y Erick Hernández Munguía, su primer regidor, imbuidos en sus celulares, mientras el secretario hace la lectura completa del acta anterior, resume muy bien el tipo de cabildo que fue esa sesión “abierta”, una verdadera tomada de pelo para la gente.
La hipótesis para explicar esto es que adrede no se difunde la convocatoria para evitar los cuestionamientos. De cualquier manera, es lamentable la simulación de democracia que exhibe el alcalde y compañía, y al final, sólo los calimayenses saben por qué no hay quien represente a la ciudadanía en estas sesiones que ayudarían a que no se hagan plantones como esos en los que los servidores públicos se ríen de la población y que de mucho, tampoco sirven.
Osvaldo García