Lejos quedaron las promesas de campaña hechas por Erika Sevilla Alvarado, presidenta municipal de Otzolotepec, en las que garantizaba que iba a encabezar un gobierno honesto y transparente, algo que hasta hoy no se ha cumplido como se esperaba, sobre todo después de ser su segunda vuelta como alcaldesa.
Dice el Artículo 28 de la Ley Orgánica municipal que: “las sesiones de los ayuntamientos serán públicas y deberán transmitirse en vivo a través de su página oficial de internet, plataformas, redes sociales, radio o televisión de acceso gratuito, debiendo garantizar la identificación de los miembros del cabildo mencionando su nombre y cargo, así como sus intervenciones y el sentido de su voto”.
Esto para que las decisiones que se toman en el municipio sean de carácter público y que los otzolotepenses, quienes son a quiénes afectarán estas iniciativas, tanto positiva como negativamente, sepan los porqués, cuándo, y sobre todo cuánto implican para el municipio y su presupuesto.
Esta obligación de transmitir las sesiones debería ser responsabilidad de la Coordinación de Comunicación Social, que es la dependencia encargada de mantener el vínculo del gobierno con la ciudadanía, y concretamente de su coordinadora, que según la plataforma de Ipomex, es Yunuen del Carmen Zepeda Rivera y de los tres auxiliares que aparentemente la misma página tiene a su cargo para que informen y difundan las acciones de su presidenta.
Cabe destacar que desde el principio de la administración de Erika Sevilla Alvarado, las transmisiones hechas por el Ayuntamiento de Otzolotepec dejan mucho que desear, pues basta con consultar una al azar para darse cuenta de que son ininteligibles por la mala calidad de las grabaciones, y en algunos casos, son completamente inaudibles, hechas con una calidad mediocre, como si no hubiera presupuesto para comprar un micrófono decente y una cámara digna.
Pero qué tal para promocionar bailes, salir en la tele abierta y demás cosas que entretengan a la gente, mientras que los asuntos serios del cabildo se resuelven en la total opacidad, pues es muy difícil enterarse de lo que sucede en esas deplorables transmisiones del cabildo. Si se puede pagar un millón de pesos a un cantante para un evento, ni modo que no se pueda destinar unos 20 mil pesitos en equipo que valga la pena; es ahí donde entran nuevamente las prioridades de Sevilla Alvarado. Ya nada más falta que, tomando esta situación como pretexto, se le ocurra a la edil gastarse otros milloncitos en contratar alguna televisora para que les haga la chamba de manera profesional para que la ciudadanía ahora sí tenga verdadero acceso a la información y después no se pueda quejar de los elevados gastos.
Teniendo esto en cuenta, resulta muy sospechoso que casualmente las sesiones de cabildo sean filmadas “con las patas”, como vulgarmente se dice de las cosas mal hechas. Asimismo, se puede observar que no hay intención de mejorar, porque problemas técnicos cualquiera los puede tener, pero que todo lo que va de la administración no se escuche o que oiga puro ruido, habla o de una falta de profesionalismo que hace cuestionar su capacidad, o de plano manda el mensaje de que es adrede que no quieren que se escuche, y, en consecuencia, que no quieren que la gente se entere.
Haga usted la prueba, estimado lector, vaya a ver con qué calidad difunden la información sensible del Ayuntamiento, y vea si es eso lo que se merece el pueblo de Otzolotepec.
Osvaldo García
