Se vuelan la barda

La semana pasada, este Semanario exhibió lo pasaditos de gastos que andan en el DIF de Joquicingo, pues hasta el tercer trimestre del presente año, han excedido en la dirección de este organismo su presupuesto por la cantidad de 1 millón 272 mil 818.59 pesos.

Sin embargo, no sólo en el DIF se cuecen habas, y dando muestra del orden y la disciplina presupuestaria en el gobierno del “mayestro” Rausel Cervantes, parece que sus funcionarios cercanos comparten la manía de no ajustar sus gastos a lo que les fue presupuestado y asignado, y sin el más mínimo rastro de vergüenza, revientan el techo de los gastos.

Así, en la Secretaría del Ayuntamiento, de la cual está encargado el licenciado Emmanuel Terrazas Arzate, también andan pasaditos con sus gastos, pues según el “Estado analítico del ejercicio del presupuesto de egresos, clasificación administrativa”, se puede observar que para dicha secretaría se asignó originalmente la cantidad 1 millón 286 mil 488.36 pesos para este año.

Y resulta que Emmanuel Arzate y compañía, al corte del tercer trimestre, 30 de septiembre, se han pagado 1 millón 386 mil 261.88 pesos, dejando con ello una diferencia de 99 mil 773.52 pesos. Lo que significa que hasta septiembre ya habían excedido lo que se supone les correspondía para gastar, eso a tres meses de terminar el año, por lo que es previsible que todavía aumente el despilfarro de la secretaría.

Cabe recordar que la Secretaría del Ayuntamiento “es la unidad administrativa responsable de preparar y coordinar las Sesiones del Ayuntamiento, así como apoyar al Titular del Ejecutivo Municipal durante el desarrollo de estas; apoyar en todos los asuntos internos de la administración municipal y los asuntos de orden político”. Con esta definición de sus funciones, se descarta que la secretaría esté encargada de inversión pública o de obras, por lo que resulta raro que excedan así en el presupuesto.

Asimismo, en la Gaceta de Gobierno del Ayuntamiento de Joquicingo del 25 de mayo de 2023, está contenido el Reglamento interno y en él se estipula que la Secretaría “formulará anualmente su Programa Operativo, de conformidad con el Plan de Desarrollo Municipal y el presupuesto que tenga asignado”. Y ahí, para empezar, ya fallaron, pues no van con mucha “conformidad” con el presupuesto.

Valdría la pena que Emmanuel Terrazas y compañía dieran a conocer ese dichoso programa operativo, para que pudieran explicar a la ciudadanía por qué andan tan pasados en gastos. Pero, si ya es demasiado soñar con que Rausel dé un informe de gobierno verdadero sobre su gestión, menos lo harían sus subordinados. Parece que sólo queda esperar las auditorías correspondientes, porque la palabra transparencia aparentemente no es algo que se practique asiduamente en el gobierno municipal.

Osvaldo García