“Si la gente quiera agua, que la compre”: Óscar Hernández Meza
Sin agua en las casas, pero sí en el Hotel del presidente de Calimaya
A la manera de los políticos de siempre, el presidente municipal de Calimaya, Óscar Hernández Meza, ha combinado su larga trayectoria viviendo del erario con una interesante carrera como empresario, que curiosamente, a la sombra de sus puestos públicos, ha prosperado notablemente.
Ya es del dominio público las múltiples propiedades que aparentemente posee el alcalde en el municipio, entre ellas el hotel conocido como Real del Nevado, ubicado sobre la calle De las Torres, en el barrio de ese mismo nombre.
Curiosamente, el Barrio de las Torres es uno de los más afectados históricamente por el desabasto de agua en el municipio. Los vecinos han solicitado se de conocer su problema tanto a los medios de comunicación como a la cuarta regidora, Hitzel Bernal, para que se pueda ayudar con ese problema, que se viene arrastrando desde hace mucho tiempo.
La cuarta regidora introdujo el tema en la sesión de cabildo No. 84, del 24 de enero, pidiendo al alcalde que interviniera él o el director de Opdapas para por lo menos apoyar con pipas a los afectados. Hernández Meza respondió que no era necesario, que ya les está llegando el agua y que era una situación normal por la temporada seca.
En la siguiente sesión de cabildo, No. 85, la regidora aseguró que visitó a los vecinos afectados y que no fue cierto que hicieran algo para mitigar la situación, incluso comentó que los vecinos tomaban como una burla el hecho de que en Opdapas les aseguraran que atenderían el caso, pero no se han presentado. “Todavía me dijo una señora: las pipas y el abastecimiento nada más se las mandan al hijo del presidente”, dijo la regidora Hitzel Bernal.
Ante esto, casi de un brinco salió a defenderse el alcalde diciendo que esas pipas son privadas y agregó que “si la gente quiera agua, que la compre”, pues “esas no las regalan, hay que pagarlas”. Notoriamente desencajado, el presidente hizo ver que él, su hijo, o quien quiera que administre el hotel, se abastecen con pipas privadas. Pero al muy ofendido alcalde se le olvida que no todos en Calimaya ganan lo que él gana como presidente municipal, que no todos viven de aferrarse al poder y no todos han progresado como empresarios al auspicio de su poder político.
Casi a punto de perder los estribos, Hernández Meza hizo una llamada preguntando si ya había agua y luego aseguró que sí, que ya estaba circulando el agua en el Barrio de las Torres. A lo que la cuarta regidora cuestionó el porqué de no avisar a los vecinos sobre los cortes de agua o no apoyarlos con alguna pipa. “No les faltó tanto tiempo, si no, ya se hubieran manifestado. Los conozco”, fue la respuesta del alcalde.
Por si dudas quedaban del carácter prepotente de Óscar Hernández, ahí está en plenitud la clase de político que es este señor, al parecer sin la mínima sensibilidad para comprender que no todos tienen la posibilidad de comprarse su pipa, que como alcalde tiene que ver por su pueblo, no sólo por sus negocios familiares y minimizando el hecho de que el acceso a agua potable es un derecho humano universal, pues cómo está eso de que si de verdad les hiciera falta, ya se hubieron ido a manifestar. Si usted, amable lector, quiere indignarse un rato la pedante actitud de su alcalde, nada más busque en YouTube en el canal del Ayuntamiento de Calimaya, el video de la sesión ordinaria de cabildo número 85.
Osvaldo García