Por vender micheladas, 900 pesos; venta de alimentos (pescados y mariscos) 1 mil 300 pesos; venta de frituras, $250; Casa de Oración, $570; por cerrar una calle para un evento social, $120; tortillería, 1 mil 100; distribución de Gas LP, 2 mil 400 pesos; esos son solo algunos de los registros exhibidos en las concesiones, contratos, convenios, permisos, licencias y autorizaciones dentro del portal de transparencia de Información Pública de Oficio Mexiquense de Texcalyacac durante el 2023.
Se esperaría que, así como el gobierno municipal a cargo de Xóchitl Maribel Ramírez Bermejo cobra los permisos, también se sigan las reglas de operación de los negocios a los que se les otorgan las licencias. Sin embargo y derivado de diversas denuncias ciudadanas; existen ciertos negocios con los que, aparentemente, el ayuntamiento se hace de la vista gorda para no aplicar la ley como corresponde.
De acuerdo con el Bando Municipal 2024 de Texcalyacac, en el título Décimo Tercero: De la Justicia Administrativa Municipal, capítulo VI de las infracciones y sanciones; dice que habrá clausura definitiva cuando las licencias o permisos sean utilizados para un fin distinto al que fueron otorgados; que habrá retención de mercancía cuando se realicen actividades comerciales en vía pública sin autorización y lo más importante; suspensión y cancelación de licencias cuando se lesionen intereses colectivos o se contravengan disposiciones de orden público.
En este sentido, la ciudadanía no se explica por qué, después de tantas quejas existentes sobre los lugares donde se vende alcohol sin respetar horarios, donde los consumidores terminan orinando banquetas o peleando en la calle o peor aún, donde aparentemente se pueden encontrar menores de edad consumiendo alcohol y tabaco; las autoridades hagan caso omiso, aun cuando se dice, que con sus propios ojos han sido testigos de estas irregularidades.
“Pasan en frente y hasta saludan, nadie dice nada. Aquí llegan los muchachos a tomar y luego se agarran a golpes o tienen la música muy fuerte a altas horas de la noche, se orinan en mi zaguán y no hay nadie que ponga orden”, dijo una vecina.
Pero eso sí, qué tal cuando de buscar el apoyo se trata, amigo lector; a los suspirantes les sale la consciencia de quién sabe dónde para darse golpes de pecho y expresar su reprobación a estos actos, pero en muchas ocasiones, como aparentemente sucede en Texcalyacac, llegar al poder significa pasar de largo e ignorar las anomalías con tal de recibir el pago de los permisos constante y sonante. O ¿Será que hay una lanita extra no reportada en tesorería para hacerse de la vista gorda?
Ariz Vega