Hace mucho que usted, querido lector, no escucha una historia digna de un capítulo de La Rosa de Guadalupe, pero como en todos lados se cuecen habas, en Tenango del Valle hay por comaladas.
Imagínese usted que, al parecer, el presidente municipal que ansiosamente espera “ir por más”, Roberto Bautista, hoy en día es nuevamente señalado por las presuntas triquiñuelas que ya está haciendo dentro de su administración municipal.
Y es que, el señor no se esperó ni siquiera a terminar el periodo 2022-2024, para aparentemente ya estar haciendo de las suyas, porque, se dice, la reelección le costó bastante cariñosa, no solo en cuestión monetaria, sino en pago de ciertos “favores” recibidos.
Resulta que a tan solo 2 semanas de haber resultado “vencedor” en las urnas el pasado 2 de junio; ni tardo ni perezoso, varios empleados del Ayuntamiento están siendo despedidos de manera abrupta y se dice que ni siquiera el encargado del área administrativa es quien les hace la atenta invitación a “ahuecar el ala” sino que es la jurídico quien se está encargando de darle “cuello” a varias docenas de personas a nombre del presidente municipal.
Las malas lenguas apuntan a que, como era de esperarse, los favores se tenían que pagar y efectivamente, la gente que pudo haber metido a trabajar con él por apoyarlo cuando ganó en 2021, está siendo despedida para poder contratar a quienes lo apoyaron para ganar en esta ocasión.
Es importante recalcar que, además, se dice que varios despidos son a gente que se encontraba apoyando a otros candidatos, ¿Pues no que este país es libre de pensamiento? Sería muy cínico por parte del “Padrino Mágico” andar castigando “lealtades” cuando si hay alguien experto en “chapulinear” (y dicen por ahí que no solo partidos políticos) es precisamente Roberto Bautista.
Ahora bien, existen casos de gente que presuntamente se encontraba sindicalizada y que se rumora, solo le dieron 18 mil pesos de finiquito después de décadas trabajando para el ayuntamiento; imagínese usted la cantidad de demandas que se le avecinan al municipio, si de por sí no pueden con las que tienen.
Lo que resulta inaudito es la facilidad con la que el alcalde, presumiblemente comercializa con la administración municipal, moviendo todo al parecer a conveniencia como si los ciudadanos fueran peones en un tablero de ajedrez y aun así pretendiendo que los tenanguenses se crean el cuento de que “todo lo hace por el bien de Tenango”.
Es una pena que este “Mercader” siga creyendo que la gente no se da cuenta de sus intenciones y sobre todo de que, presunta y lastimosamente, utiliza las necesidades de la ciudadanía con tal de seguir manipulando el servicio público.
Habrá que esperar a ver qué van a hacer con las 40 plazas que estaban disponibles y, sobre todo, con los más de 90 trabajadores que dicen, pretende despedir antes de que inicie el siguiente periodo.
Ariz Vega