Se nota que Óscar Hernández Meza ha encontrado en Alexis Garay no sólo al “ahijado” político que quiera continuar con su aparente cacicazgo, sino que este par de personajes siguen aventándose algunas puntadas para reír o para llorar. La última de éstas, consistió en “cumplir” con el artículo 5 de la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios, donde se tienen que presentar y explicar los riesgos relevantes asociados al gasto público municipal. Así, firmaron un documento titulado “Riesgos relevantes de las finanzas públicas / Propuestas de acción para enfrentarlo” (sic), dirigido a Miroslava Carrillo, auditora superior del OSFEM, en el que el edil conocido como “Capulina” y su “ahijado” exponen una serie de puntos y sus “propuestas”: el primero dice que son un riesgo los desastres naturales porque la lluvia siempre termina provocando estragos en varios puntos del municipio y se tienen que destinar recursos adicionales para arreglar esos “imprevistos”.
Como puede apreciar, lector, no hay una “propuesta” en este punto, sino sólo la justificación pueril de que hay “cauces naturales donde antes corría el agua y hoy hay caminos”.
¿Se imagina a la auditora superior leyendo esto? Les diría seguramente que los “imprevistos” por desastres naturales deben estar contemplados en el Atlas de riesgo del municipio, y que, si se tuvieran bien identificados, ya habrían llevado acciones preventivas para evitarse.
Asimismo, si estos desastres son cada año, como bien saben los calimayenses, el municipio debe tener un fondo que cubra las afectaciones o que por lo menos apoye a la gente afectada, pues ¿o estos funcionarios no conocen Calimaya o se esconden cuando llueve? Como ve, hay para mármol en la plaza del mariachi, pero no hay para drenaje decente.
Por cierto, ¿cuántas obras de drenaje hay en el Programa anual de obra? Una, en San Bartolo Tlatelolco, en la que se invertirán 89 mil 226 pesos. Para que se dé una idea, el alcalde el año pasado cobró un sueldo mensual bruto de 99 mil 600 pesos. Con esta contundencia de los datos no hay mucho qué comentar, pues resulta grosero que el alcalde gane más al mes de lo que destina su gobierno en un año a un aspecto que el mismo presidente expone como un “riesgo relevante”. ¿Cuántas obras alcanzarán con el casi millón doscientos mil que se embolsa anualmente don “Capulina”?
Resulta increíble que Óscar Hernández, quien ya está en su cuarta vez que ocupa la presidencia, no conozca las características del municipio, o que simplemente no lo importe, porque es demasiada desidia que no haya ya invertido o gestionado en obras de drenaje suficientes para evitar o disminuir las inundaciones, asunto que pone muy en entredicho su compromiso con la gente. Esto hace pensar en que las lluvias no son el principal riesgo presupuestario, sino los propios políticos locales.
Y lo que sigue… porque aún faltan un par de temas qué comentar sobre este documento enviado al OSFEM, pero se tratarán con más detenimiento en el siguiente número de este su Semanario. ¡Hasta entonces!
Osvaldo García
