A finales de marzo del presente año, el Congreso local aprobó por unanimidad reformas para combatir la proliferación de tiraderos clandestinos y que los municipios junto con el gobierno estatal aprovechen el poder calorífico de los residuos sólidos urbanos y de manejo especial.
Aprobado en sesión deliberante, el dictamen de reforma a las leyes Orgánica de la Administración Pública, Orgánica Municipal y de Cambio Climático, así como a los códigos para la Biodiversidad y Administrativo, todos del Estado de México puntualiza que los municipios deberán asignar recursos para el manejo integral y sostenible de los residuos sólidos urbanos y de manejo especial.
Además, los municipios deberán implementar programas educativos entre la población para la correcta clasificación de los residuos y su posterior aprovechamiento, en concordancia con la reforma al Código para la Biodiversidad.
Así mismo, el dictamen de las iniciativas establece que a la Secretaría del Medio Ambiente se le otorgan facultades para combatir los tiraderos clandestinos; se hace corresponsables a los municipios en la identificación de estos sitios junto con las autoridades estatales y federales, además de que abre la puerta a la participación de la sociedad civil en estas tareas.
Sin embargo, pareciera que, a Casimiro Alvarado, presidente municipal de Capulhuac estas reformas le valen poco pues no pues aparentemente permitió que existiera un tiradero clandestino en la comunidad de San Miguel Almaya.
A falta de una autoridad competente fue la misma ciudadanía junto con distintas organizaciones quienes se unieron para limpiar el área a lo largo de 6 meses en los que se sacaron un aproximado de 60 toneladas de basura; igual de pesadas que la indiferencia del alcalde quien, dicho sea de paso, en materia de medio ambiente, al parecer solo ha realizado una jornada de reforestación y al parecer, ni siquiera el su gobierno puso los árboles sino que fueron donados por la ciudadanía a través de una página de Facebook denominada “El capulhuaco”.
Solo se espera que a pesar de que los vecinos estén tomando las riendas de una problemática que, se supone, la actual administración debería solucionar; no les llegue alguna demanda u oficio como es costumbre por parte de la actual administración, ya ve que se les da por regañar al ciudadano que se pone las pilas con la chamba que el ayuntamiento al parecer no realiza.
Lety Serrano