En la siguiente elección saque su letrero
Los ciudadanos deben prever lo imprevisible… pero los sueldos no esperan

Mientras a los ciudadanos se les exige tramitar apoyos con dos meses de anticipación, en el palacio municipal el dinero para sueldos siempre esta listo y puntual.
En un nuevo episodio de burocracia insensible y prioridades cuestionables, el Ayuntamiento de Ocoyoacac ha dejado en claro quien importa más en su esquema administrativo: ellos mismos.
Durante una visita ciudadana reciente para solicitar apoyo, se encontró un aviso en donde tajantemente mencionan que para cualquier solicitud debe hacerse “con al menos dos meses de anticipación”. Curiosamente, este calendario estricto no aplica cuando se trata del cobro de sueldos de los funcionarios municipales. Ahí no hay anticipación, ni papeleo excesivo, ni espera de dos meses. Cada quincena, los salarios se depositan puntualmente. No importa si el municipio atraviesa por crisis financiera, si hay obras detenidas, o si la comunidad clama por apoyos: el dinero para la nómina está asegurado.
¿Qué clase de administración se permite exigir a la ciudadanía una anticipación de 60 días para atender sus necesidades, pero no puede prever con la misma rigurosidad el apoyo a actividades educativas, culturales o sociales que surgen de emergencia? ¿Qué sentido tiene un gobierno local que se vuelve inflexible con quienes pagan impuestos, pero extremadamente diligente cuando se trata de pagar sus propios sueldos?
Es evidente que en el Ayuntamiento, el sentido de urgencia solo se activa cuando los beneficiados son los mismos que dictan las reglas. Mientras los ciudadanos tienen que suplicar con meses de antelación por una ayuda modesta, los burócratas disfrutan de un sistema eficiente que garantiza su pago puntualmente, sin falta, sin demoras, sin complicaciones.
La realidad cotidiana de miles de ciudadanos que viven al día y que, en muchos casos, necesitan apoyos precisamente por imprevistos. ¿Acaso las emergencias tienen calendario? ¿Acaso los eventos escolares, las necesidades medicas o las contingencias sociales esperan dos meses?
Exigir esta absurda anticipación es simplemente una forma de negar apoyos sin decir que no. Es burocracia disfrazada de reglamente, es desinterés institucional envuelto en un tramite imposible. Y mientras tanto, la administración municipal se encierra en sus oficinas, cobra su salario sin falta y vive en un mundo paralelo, ajeno a la realidad de su propia gente.
Si el ayuntamiento puede organizarse con tanta eficiencia para pagar sueldos sin retraso alguno, ¿Por qué no puede hacer lo mismo para responder a las necesidades reales y urgentes de la ciudadanía? Tal vez porque, al final, para ellos la administración publica no es un servicio, sino un beneficio personal.
Haber si en las próximas elecciones municipales pone usted afuera de su casa el mismo iso que se les atiende a los candidatos del verde hasta dentro de 30 días cuando ya se hayan terminado la campaña
Uriel Rosales