Popularmente se dice que sale “más caro el caldo que las albóndigas” cuando algo que se supondría secundario se vuelve casi tan costoso como lo esencial, y esto sucede comúnmente cuando hay un sobreprecio, pues el producto o servicio resulta mucho más elevado de su valor normal.
Normalmente, las personas que se ganan la vida con trabajo honrado, como lo es la mayoría de gente que no vive de los privilegios, conocen mejor el valor del dinero, pues saben que es difícil ganárselo. Por el contrario, hay otro sector de la población que prefiere vivir de favores, “palancas” y compadrazgos antes que, de su trabajo, y no se generaliza, pero muchas de estas personas suelen llegar a la política para aprovecharse de los puestos públicos.
Como a muchos de ellos no les cuesta el dinero que es público, pueden despilfarrar como les venga en gana y pagando con el erario a sobreprecio.
Ya juzgará usted si este es el caso de la administración de Rausel Cervantes en Joquicingo, quien ha presumido los 3 vehículos que su administración compró para hacerlos patrullas, y de entre ellos salta a la vista un auto Chevrolet “Beat”, para el cual se ocuparon 49 mil 764 pesos para que fuera una de las flamantes nuevas patrullas que entregara el “mayestro”.
El portal de Información Pública de Oficio Mexiquense (Ipomex) señala que se dio de alta el equipamiento de este vehículo consistente en “torreta, bocina, balización y cromática”, -como lo explica el gobierno municipal desde el área de Secretaría del Ayuntamiento, quienes son los encargados de proporcionar esta información al portal-, todo por poco menos de 50 mil pesos.
Primero, hay que apuntar que balizar es colocar artefactos o señalamientos para guiar a un determinado vehículo, nave, etc., pues como define la Real Academia de la Lengua Española, es: “señalar con balizas una zona navegable, las pistas de un aeródromo o las desviaciones en una carretera”. Por lo tanto lo que baliza son las carreteras, las pistas o la superficie del agua, no los vehículos.
Aclarado este punto, que más que una minucia es un ejemplo del tremendo “mayestro” que es Rausel y su comparsa, lo que sigue fue consultar en diversos establecimientos dedicados a vender y acondicionar los autos, para descubrir que en la investigación de esta casa editorial, el kit de torreta, bocina, y hasta radio, oscila entre los 10 mil y los 15 mil pesos, dependiendo de los modelos. Mientras que la colocación de cromática a los autos va de los 2 mil a los 5 mil pesos, o si es un recubrimiento total del vehículo con vinil, puede llegar a los 10 mil pesos, y hay que tomar en cuenta que ese modelo es pequeño.
Así que con generosidad y optando presuntamente por lo más caro, estos productos y servicios sumarían 25 mil pesos, lo que es la mitad aproximadamente de la cantidad que se pagó. Seguramente no le parecerá a usted, lo más inteligente que se gaste una cantidad que representa aproximadamente la cuarta parte del valor del vehículo, pero como siempre, usted, sacará sus propias conclusiones.
Osvaldo García